miércoles, 19 de marzo de 2008

La colina de los 4.000 muertos

Desde finales de 2003, los propietarios de un rancho de Lafayette, en California, llevan su particular recuento de los soldados estadounidenses muertos en Irak. Durante los últimos cinco años han colocado una cruz en esta colina por cada militar fallecido y actualizan la cifra de muertos cada día.

Los dueños del rancho son dos ancianos de 80 años, Louise y Johnson Clark, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, que pretende rendir un homenaje a sus compatriotas muertos durante la invasión.

Desde el inicio de la guerra de Irak, de la que esta noche se cumplen cinco años, han fallecido alrededor de 4.000 soldados norteamericanos. Según el recuento llevado a cabo por Iraq Body Count, que solo cuenta los fallecidos que aparecen en los medios de comunicación, ya son 90.000 los civiles iraquíes muertos desde que comenzara la guerra. Para rendirles homenaje, harían falta más de 20 colinas como ésta.

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martes, 18 de marzo de 2008

Jardines en guerra

Los “jardines desafiantes” (Defiant gardens) son aquellos jardines creados en tiempos oscuros, cuando los hombres se aferran a un pequeño rincón donde cuidar sus plantas y olvidarse de todo lo demás. En las trincheras de la I Guerra Mundial, por ejemplo, en el gueto de Varsovia o en los campos de concentración nazis, siempre hubo alguien que encontró la manera de cuidar aunque sólo fuera una pequeña planta.

El profesor de la Universidad de Oregón, Kenneth Helphand, ha recopilado los casos más llamativos en un libro y sigue recogiendo otros en su página web. La imagen de la izquierda, por ejemplo, fue tomada durante la guerra de Vietnam por el soldado Bill Beardall, quien describía su jardín en una carta:

“Tenía un efecto relajante sobre mí regresar a los barracones después de pilotar todo el día y encontrar aquel pequeño rincón verde creciendo en la puerta (…) Por pequeño que fuera, se trataba de mi oasis. Muchos días, a media tarde, solía sentarme en la entrada y tomaba algo mientras veía el sol esconderse por el oeste. Escuchaba los helicópteros y el sonido de la artillería en la distancia. No he olvidado casi nada de aquella guerra, y mucho menos aquel oasis”.

Mucho más en: More Defiant Gardens (Pruned)

lunes, 10 de marzo de 2008

Un gigante en la playa

El temporal de fuerte viento y lluvia que azota la costa atlántica francesa ha arrastrado al carguero holandés "Artemis" hasta la playa de Sables d'Olonne. El barco, con 88 metros de eslora, ha quedado varado en mitad de la arena, proporcionando un espectáculo poco habitual para los habitantes de la zona. Podéis ver el resto de imágenes en la fotogalería.

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sábado, 8 de marzo de 2008

Grafitis en el infierno

Las calles del barrio marginal de Kibera, en Nairobi, amanecen cada mañana sembradas de grafitis que piden el fin de la violencia. Sobre los esqueletos de los coches o en las ruinas de las casas, aparecen a diario mensajes como Dejad de mataros” o “Kenia necesita paz que tratan de sacudir la conciencia colectiva y frenar la sangría que ha costado la vida a más de un millar de personas.

Como si se tratara de un héroe justiciero, el autor de las pintadas deja siempre una pequeña firma al pie de sus trabajos: “Solo 7”. No hay rincón de la ciudad, o edificio derribado, que no aparezca con uno de sus mensajes. En su mente, una idea se repite de manera obsesiva: llamar a los keniatas a detener las matanzas desatadas tras las elecciones de diciembre.

Como suele suceder en estos casos, los periodistas han encontrado a Solo 7 y le han puesto cara e identidad. Se trata de un joven de 31 años llamado Solomon Muhandi, que se ha dedicado a recorrer la ciudad extendiendo su particular forma de expresión.

Armado con una brocha y una lata de pintura, Muhandi ha llenado las calles de Kibera de mensajes pacíficos por pura convicción. Desprecoupado, y mientras remata uno de los mensajes que acaba de firmar, el artista confiesa el motivo que le lleva a pintar sin parar: “Los símbolos hablan más altos que nuestras voces”, asegura. Y un segundo después vuelve a mojar el pincel.

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jueves, 6 de marzo de 2008

Un océano de sal


Situado en el altiplano de Bolivia, el Salar de Uyuni es el mayor desierto de sal del mundo. Su superficie se extiende a lo largo de 12.000 kilómetros cuadrados, un área equivalente a la provincia de Guadalajara, que alberga alrededor de 64.000 millones de toneladas de sal.

Los expertos estiman que el salar tiene unos 120 metros de espesor de los que, cada año, se extraen unas 25.000 toneladas.

Además, se trata de uno de los principales destinos turísticos de Bolivia ya que lo visitan 60.000 turistas al año. Os invitamos a visitar con nosotros una de las maravillas naturales de la Tierra:

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martes, 4 de marzo de 2008

El experimento Rosenhan

En el año 1972, al doctor David Rosenhan llamó por teléfono a ocho amigos y les propuso formar parte de un extraño experimento. En los siguientes días, cada uno de ellos se dirigió a un hospital psiquiátrico en diferentes ciudades de los Estados Unidos y dio un nombre falso. Por lo demás, todos los datos que dieron a los médicos eran ciertos, salvo una pequeña respuesta:

-¿Por qué está usted aquí, señor? – preguntaban los doctores

-Oigo voces -respondían

-¿Voces? ¿Y qué dicen?

- ¡Zas! -respondieron todos.

Preocupado por los problemas de la Psiquiatría, la idea de Rosenhan era comprobar la fiabilidad de los diagnósticos psiquiátricos mediante la infiltración de un grupo de falsos pacientes. Sistemáticamente, y tal y como cuenta el blog Un barco más grande, todos sus amigos fueron diagnosticados de enfermedades psiquiátricas graves: esquizofrenia paranoide y psicosis maniacodepresiva, aunque su única respuesta anómala había sido aquel intrigante ¡Zas!.

Después de publicar su estudio en la revista Science, y provocar cierto revuelo en la comunidad científica, un hospital negó la validez del experimento y se atrevió a retar a Rosenhan: "durante los tres meses siguientes debía enviar uno o más pacientes falsos al hospital y éste se comprometía a detectarlos con facilidad. Rosenhan recogió el guante. Los resultados no pudieron ser más favorables para el hospital ya que sus psiquiatras detectaron con suma facilidad y sin género de duda a 41 impostores. Sin embargo, Rosenhan no había mandado a nadie".

Toda la historia en:¡Zas! (Un barco más grande)

domingo, 2 de marzo de 2008

Al vacío, en bañador


El 26 de septiembre de 2007, Travis Pastrana saltó desde una avioneta a 4.000 metros de altura sobre la isla de Puerto Rico provisto únicamente de un bañador. Dado que no llevaba paracaídas, tuvieron que ser dos compañeros los que le atraparan al vuelo durante el descenso.

Tal y como cuenta José Manuel Comas en ADN.es, Pastrana no solo ha sido varias veces campeón del mundo de supercross y motocross, sino que tiene en su haber algunas de las hazañas más disparatadas que se recuerdan. De ello tienen constancia sus médicos, que le han tenido que sacar del coma en dos ocasiones, y han visto cómo se rompía las costillas, las muñecas, los tobillos y alguna que otra vértebra.

Más saltos en: Travis Pastrana, el nuevo "gran héroe americano"