En junio de 1930, dos excéntricos exploradores estadounidenses, Otis Barton y William Beebe, diseñaron un extraño artilugio con el que pretendían explorar las profundidades marinas. En el interior de la denominada “batisfera”, una frágil cámara de acero provista de un pequeño ojo de buey, se adentraron durante meses en el océano y creyeron atisbar las más extraordinarias criaturas.
La Batisfera de ADN.es nace con un espíritu similar. A través de este pequeño ventanuco echaremos un vistazo a los extraños seres que circulan cada día por la red y trataremos de seleccionar los mejores ejemplares. Al regresar a superficie, solo esperamos haber contribuido a saciar vuestra curiosidad y vuestras ganas de pasarlo bien.
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