jueves, 21 de febrero de 2008

Drogar al abuelo


Durante los años 50 y 60, se comercializó en EEUU un potente ansiolítico llamado Torazina, calificado posteriormente por los propios médicos como una “lobotomía química”. Ya sea por desconocimiento o por interés económico, los médicos de la época recetaron este medicamento con profusión a pacientes con problemas psiquiátricos e incluso para prevenir las náuseas y los vómitos en los niños.

Por si fuera poco, y tal y como cuenta El Blog Ausente, la empresa llegó a promocionar el uso de esta droga entre los ancianos, con campañas en las que recomendaba abiertamente drogar al abuelo para que dejara de "molestar".

“¿Tiene un tirano en casa?” – decían los anuncios – “Torazina puede ayudarle a controlar a los ancianos agitados y seniles, y proporcionarles una vida más tranquila”. “Para el control preventivo de la agitación senil”.

Este tipo de campañas que hoy nos parecen tan escandalosas fueron frecuentes en los primeros años de la industria farmacéutica, los tiempos en que los médicos fumaban Camel y los niños se curaban con jarabe de heroína.

Enlace: Sedad al anciano (El blog ausente)