-¿Por qué está usted aquí, señor? – preguntaban los doctores
-Oigo voces -respondían
-¿Voces? ¿Y qué dicen?
- ¡Zas! -respondieron todos.
Preocupado por los problemas de la Psiquiatría, la idea de Rosenhan era comprobar la fiabilidad de los diagnósticos psiquiátricos mediante la infiltración de un grupo de falsos pacientes. Sistemáticamente, y tal y como cuenta el blog Un barco más grande, todos sus amigos fueron diagnosticados de enfermedades psiquiátricas graves: esquizofrenia paranoide y psicosis maniacodepresiva, aunque su única respuesta anómala había sido aquel intrigante ¡Zas!.
Después de publicar su estudio en la revista Science, y provocar cierto revuelo en la comunidad científica, un hospital negó la validez del experimento y se atrevió a retar a Rosenhan: "durante los tres meses siguientes debía enviar uno o más pacientes falsos al hospital y éste se comprometía a detectarlos con facilidad. Rosenhan recogió el guante. Los resultados no pudieron ser más favorables para el hospital ya que sus psiquiatras detectaron con suma facilidad y sin género de duda a 41 impostores. Sin embargo, Rosenhan no había mandado a nadie".
Toda la historia en:¡Zas! (Un barco más grande)