lunes, 24 de marzo de 2008

La Ciencia contra la magia tántrica

El tipo que se ríe en las imágenes es Sanal Edamaruku, presidente de Rationalist Internacional. El otro, el que hace gestos raros a su derecha, es un conocido mago tántrico que trata de matarle con sus hechizos y conjuros.

Ha ocurrido en la televisión india. Allí, durante varias horas, los espectadores pudieron contemplar uno de los desafíos más absurdos jamás televisados. El conocido mago Surinder Sharma aseguró en directo que su magia negra era capaz de acabar con la vida de cualquiera en solo dos minutos y el racionalista Sanal Edamaruku le invitó a demostrarlo delante de las cámaras.

Según Rationalist International, durante más de dos horas, el mago estuvo haciendo conjuros y soltando maldiciones delante del Samal sin que éste notara ni el más mínimo efecto. “Om lingalingalingalinga, kilikilikili” – repetía el brujo, y Samal no podía parar de reír.

En una continuación del reto esa misma noche, y después de poner varias excusas, el mago desplegó su repertorio de llamas de colores y extraños cánticos. Le echó plumas de pavo real por la cabeza y no pasó nada. Escribió el nombre de Samal en un papel, lo introdujo en aceite hirviendo y siguió sin pasar nada. Así que pasó a realizar su truco final, el que debía fulminar a Sanal al instante.

¿Seguro que no quiere salvar su vida antes de que fuera demasiado tarde? – preguntó el mago. En solo dos minutos, advirtió, Sanal se volvería loco, un minuto después gritaría de dolor y moriría. Sanal sonrió y el mago procedió entonces a realizar el gran truco: sacó un muñeco de harina de trigo y lo espolvoreó con ingredientes misteriosos. A continuación, lo perforó con varios clavos, lo cortó salvajemente con un cuchillo y lo arrojó al fuego.

Al cabo de cuarenta largos segundos, Samal seguía de pie y sonriente. La magia no había funcionado y millones de espectadores indios comprendían que el poder tántrico con el que tanto se amenaza a algunas personas en numerosos ámbitos, no es más que otra engañifa supersticiosa.





Enlace: El gran reto tántrico (Via Pharyngula)